Slow Beauty
- NayraRisingWoman
- 6 mar 2019
- 3 Min. de lectura
Se nos ha olvidado con tanto ruido, con tanto ajetreo, tanta tecnología, tantos estímulos externos…, que somos hijos de la Naturaleza. Hubo un tiempo en el pasado, donde estábamos profundamente conectados con ella, celebrábamos fechas de cosechas, fertilidad de la tierra, floraciones, solsticios, lluvias… Seguíamos nuestras vidas arropados por los ciclos naturales, despertar al alba, dormir al ocaso, nutrirnos con los alimentos de nuestro entorno, fluir con las estaciones
No había prisas, ni teníamos que acelerar la siembra, ni hacer macroplantaciones, había un tiempo para que la tierra descansara, un tiempo para la cosecha, sin prisas cocinamos los alimentos, de maneras sencillas, con ingredientes naturales…
Tal vez los trabajos eran mucho más físicos, pero con menos estrés mental. Otros ritmos, otros procesos, otros tiempos. Más o menos evolucionado, con mayor o menos capacidad de discernir, pero indudablemente en una de entorno menos artificial
Slow Beauty nace de la necesidad profunda de conectar con nosotras mismas, desarrollando hábitos saludables, alimentarnos adecuadamente, no solo en cuanto a la materia prima sino también a la manera de cocinarlos, practicar ejercicio físico, meditar, usar cosméticos naturales en tus rutinas diarias de belleza, leer, desarrollar el crecimiento personal… son algunas de las actividades que se engloban en la búsqueda de este bienestar desde el punto de vista holístico, persiguiendo la mejora de nuestra salud a todos los niveles, físico, psíquico, emocional y energético, conectando alma mente y cuerpo
La clave se reduce a tomarte tu tiempo, dedicarte tiempo, bajar el ritmo, conocerte y escucharte
Esta tendencia que promueve una “belleza sin prisas” cambia completamente el concepto de belleza al que nos han acostumbrado los últimos años. Las dietas rápidas, los tratamientos exprés y las cremas milagro quedan completamente atrás. Aunque parezca mentira, la principal fortaleza del Slow Beauty se encuentra en el envejecimiento natural de nuestro cuerpo. Es necesario aceptar nuestra belleza y nuestro envejecimiento como un proceso absolutamente natural y fisiológico
Elegir productos cosméticos saludables, a la larga nos hace sentir mucho más bellas y además no pueden competir con las sustancias químicas y artificiales que tienen los cosméticos industriales por así llamarles.
Su filosofía se sustenta en la prevención y el cuidado continuo de nuestro cuerpo para lucir la mejor versión de nosotras mismas, llenando nuestra piel de una información vital y sanadora que aportan los códigos de las plantas, las flores, los aceites, las frutas, todos ellos con una información similar a la de nuestro propio cuerpo, con lo que se asimilan de una manera más efectiva y natural
La cosmética orgánica nos ofrece todo esto y más. Supone una experiencia sensorial que consigue engancharte desde el momento
Slow Beauty empieza desde el momento que eliges los productos, bien sea que los compres en algún sitio especializado o bien decidas preparadlos tú misma, eligiendo orgánico, productos de temporada, tomándote tu tiempo, haciendo una pausa, regalándotela esa dedicación y acto de amor propio, preparando tu piel, disfrutando de los aromas, de las texturas, de las sensaciones…
Un ritual de belleza con atención plena, con presencia y consciencia, aceptándote tal y como eres, sin pretender ser algo que no eres, aprendiendo a valorar y adorar tus líneas de expresión, tus arrugas, tus manchas personales, son parte de ti, y son Naturales.
La belleza es más que una cara bonita, transciende al espejo. Eres Naturaleza, y la naturaleza es bella en si misma, todo depende de qué pienses de ti, como te valores, como te ames. Abre tus pétalos para que todos puedan ver lo hermosa que luces
Slow Beauty, Slow Life, vivamos presentes y plenas

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